Mi pasión por el Fantasma de la Ópera viene de lejos: la imagen de la cara de Lon Chaney de niña, la película del 43, en la adolescencia la lectura de Gastón Leroux y finalmente el culmen, mi visita a la Ópera Garnier hace años. Visita que me dejó impactada y estremecida. Algo sacudió entonces …