Pena, tristeza, desazón, y por qué no decirlo, rabia contenida, pero sobre todo, decepción, enorme decepción. Esta es la historia resumida de 50 años de trabajo minucioso, silencioso y silenciado y 30 años de sombras, invisibilidad, injusticia, egos y protagonismo mal entendido. Es la historia de la recopilación y reproducción de miles de fotografías de la obra del pintor prieguense Adolfo Lozano Sidro a cargo de Antonio Serrano Baena para el libro, “ADOLFO LOZANO SIDRO: Vida, Obra y Catálogo General”. Un trabajo desinteresado que jamás buscó una rentabilidad económica personal pero que sin duda, tampoco buscaba una confrontación social como así quedó marcado en el Pleno Ordinario del pasado mes de septiembre que dejó a Serrano muy descolocado y aún más enfadado.
-Antonio, precisamente por todo esto me decías que esta entrevista va a ser tremendamente difícil para ti, por la carga emocional que te inunda y por la amistad y confianza que siempre tuviste en las instituciones públicas pero más aún en las personas…
Repuesta: Así es Malu, hace poco me decidí a contarlo todo públicamente porque después de estos 50 años de trabajo sobre la figura de Lozano Sidro y viendo cómo lo que se me decía no se cumplía, creo que estoy en mi derecho de que se conozca la verdad y lo que pasa tras las buenas palabras y mejores intenciones. Nunca he sido una persona que busque el enfrentamiento, soy discreto, me gusta la discreción, pero he sufrido toda esta serie de agravios sin sentido y creo que he tenido mucha paciencia. El vaso de agua casi lleno, rebosó después de ese pasado Pleno de septiembre.
-Hagamos historia, todo comienza cuando en el año 2000 sale publicado el libro sobre la vida y las obras catalogadas del pintor prieguense Adolfo Lozano Sidro…
Respuesta: Sí. Como ya he contado de forma muy resumida en un anterior número de Adarve, todo comienza cuando tras años de arduo y duro trabajo fotográfico y de diapositivas sobre Lozano Sidro realizadas por mí, y pese a ser el autor material de prácticamente la totalidad de fotografías de las obras catalogadas para el libro, “Adolfo Lozano Sidro: Vida. Obra y Catálogo General, publicado en el año 2000 por el Patronato Municipal Adolfo Lozano Sidro, con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba, es decir, con dinero público, y de la entidad de Cajasur, mi nombre apareció en una página posterior, en letra pequeña, inserto en una lista de colaboradores junto a algunos que habían tenido una mínima o nula aportación. Sin embargo, el nombre del director de Patronato Adolfo Lozano Sidro, sí aparecía junto a los autores de los textos que ilustraban mis fotografías. La imagen de todas las obras reproducidas en diapositiva y fotografía habían sido realizadas por mí durante años, concretamente desde 1970, a excepción de unas cuantas aisladas. Hay que decir que en esa fecha el director del Patronato era el propio Miguel Forcada Serrano, la misma persona que en la actualidad, luego de dimitir en 2003 y volver a su cargo con posterioridad.
-Al darte cuenta de ese agravio es cuando decides quejarte y entonces el Ayuntamiento a través del Patronato te reconoce el error.
Respuesta: Imagínate. El agravio fue de tal magnitud y la injusticia tan palpable y evidente que no tuvieron más remedio que reconocerlo ya en un certificado de la Secretaría del Patronato con fecha de 16 de octubre de 1997 y luego, el entonces y actual director del Patronato, Miguel Forcada, tuvo que volver a reconocer públicamente su responsabilidad en ese hecho agravante, -eso sí, diecinueve años después, con un artículo en el periódico local ADARVE de fecha 15 de julio de 2019 (núm. 1036)-, y su perduración durante tantos años, persistiendo aquél catálogo como muestra y evidencia sin que ninguna rectificación se hubiese llevado a efecto.
-Y ahí llegas al punto en el que se aumenta tu enfado cuando desde el Ayuntamiento te prometen algo que nunca cumplen, ¿es así?
Respuesta: ¡Claro! porque considero que lo que ha pasado es realmente grave porque ocurre dentro de un organismo público financiado con dinero público. Como afectado en primera persona, he ido trasladando mi malestar a los últimos alcaldes del municipio y en consecuencia presidentes del Patronato, y recientemente, con motivo de una convocatoria del Consejo del Patronato de 2023, para acallar mi malestar y hartazgo, se me hicieron llegar los puntos a tratar en el mismo, y cuál fue mi sorpresa que incluían un informe del actual director de Patronato (y responsable de la publicación del año 2000), fechado el 5 de noviembre de 2020 y del que no se había dado información previa, ni a mi persona ni al Excmo. Ayuntamiento de Priego y menos aún a la ciudadanía, pese al transcurso de más de dos años y medio de su fecha.
-¿Es entonces cuando vuelves a pedir la dimisión de Miguel Forcada como director de Patronato Adolfo Lozano Sidro?
Respuesta: Si, porque se miente descaradamente. Una vez que comprobé el contenido de dicho informe, pese a reconocer la injusticia y el agravio padecido y mantenido durante años, nuevamente constaté nuevas contradicciones e inexactitudes. Entre otras, se aludía a que comencé mi trabajo en 1985, tras el fallecimiento de Dña. María Loreto Fernández Lozano por encargo de los familiares del autor, cuando no recibí ningún encargo de la familia y llevaba desde 1970 trabajando en dicha recopilación, teniendo contactos con algunos familiares que me permitieron acceder a la obra para obtener reproducciones de algunas de las que no tenía. Se hablaba en dicho informe de un inventario efectuado por D. Rafael Barrientos como base de mi trabajo cuando nunca he tenido conocimiento de dicho inventario hasta hace unos meses, lo cual pone de manifiesto que incluso se me ocultó, y que pudiendo haber ayudado a la elaboración del catálogo no se me comunicó en su momento. Todo esto provocó que contactase directamente con el director del Patronato, Miguel Forcada Serrano, con quien convine personalmente su dimisión tras formularle todas mis quejas y requerirle que me mostrase el supuesto inventario en el que según él me había basado, enseñándome un inventario a mano que vi por primera vez ese día. Así pues y llegados a este punto, sólo cabían dos soluciones: la primera, que haría públicos todos los escritos de los que disponía y la segunda, que presentase su dimisión, contestando él mismo de inmediato que la presentaría en los próximos días. Con posterioridad contacté con él y simplemente se limitó a decirme que el Sr. Alcalde Juan Ramón Valdivia no se la había aceptado. De todo lo que hablo tengo documentos y papeles que reafirman y demuestran lo que te cuento.
-A raíz de estos hechos presentas en el Ayuntamiento un escrito a comienzos del mes de junio de este año dirigido al Alcalde, ¿por qué?
Respuesta: Porque como responsable político de un organismo público como el Patronato Adolfo Lozano Sidro debería saber que mi solicitud de dimisión del director del Patronato es debida a una situación generada y mantenida durante décadas desde una institución pública y que pese a la gravedad de los hechos no se tuvo reacción, decisión o contestación en muchos años y quizás por un interés meramente político-partidista.
-¿Hubo reacción a ese último escrito?
Respuesta: No. Curiosamente ninguna. Es por ello que decidí acudir ya a todos los grupos políticos que conforman la corporación para exponerle los hechos y tratarlo en el Pleno, y fue el partido VOX quien haciéndose eco de la situación de iniquidad preguntó sobre ello.
-Pero sin embargo, me cuentas que lo que escuchaste en el Pleno por parte del Sr. Alcalde y la actual Concejala de Cultura te dejó ya sin aliento, ¿qué pasó exactamente?
Respuesta: No puede ser que los responsables políticos no hayan adoptado la decisión que procede tras la manifiesta y reconocida injusticia y que pese al artículo publicado reconociendo también el error y al informe de noviembre de 2020 del que no se informa a nadie hasta 2023 y al certificado de la entonces secretaria del Patronato de fecha 15 de octubre de 1997 donde se demuestra que cuando se realizó la publicación del año 2000, el ahora y entonces director del Patronato conocía perfectamente mi trabajo y el origen de la inmensa mayoría de las reproducciones de la obra del autor, se atrevan a manifestar públicamente que no van a permitir que, -según palabras en el propio Pleno de la responsable de Cultura, la Sra. Jezabel Ramírez Soriano-, “la figura de Miguel Forcada quede empañada por este error”, o cuando el Alcalde añade que, “creo que deberíamos darle la dimensión que tiene el asunto y que las circunstancias personales las dirimamos en otros foros y que sobre todo no perjudiquen tanto al buen nombre y al honor de alguien tan importante como Miguel Forcada”. El Alcalde debería saber que son nuestros hechos los que nos definen y manchan nuestra trayectoria, por tanto, reclamar que se repare una injusticia tapada con interés manifiestamente espurio o quizás partidista no es perjudicar el buen nombre de alguien. Juan Ramón Valdivia como Alcalde de todos los ciudadanos de Priego debe defender la honorabilidad de la verdad de los hechos y no hablar de crispación sino de justicia y tampoco tratar de esconder, o que no se sepa públicamente, o de quitarle valor a algo que ha perjudicado no sólo a mi persona sino a la propia institución pública por haberse editado un catálogo de un personaje ilustre de Priego de la talla de Adolfo Lozano Sidro con agravios interesados y manifiestos y que veintiséis años después insistan en pasar página o taparlo, incluso contradiciéndose en un Pleno.
-¿A qué te refieres con esto último?
Respuesta: Pues que me resultó muy curioso y sospechoso cuando en el Pleno Ordinario de este pasado mes de septiembre, en el que estuve presente, la Concejala de Cultura dijera que si se hubiera vuelto a reeditar el catálogo se hubiera puesto mi nombre sin problema pero que actualmente no se tiene la intención de reeditar y acto seguido tomara la palabra el Sr. Alcalde desdiciendo a la concejala al manifestar que sí hay intención de actualizarlo y editarlo de manera digital y que de esta forma se subsane de alguna manera el error cometido hace décadas. Después de veintiséis años de injusticia, agravios y palabras que cayeron siempre en saco roto me sonó muy oportunista, la verdad.
-Para concluir Antonio, ¿qué pides?
Respuesta: Para mí ya nada. Ni tan siquiera que se subsane algo que se debería haber hecho mucho antes. Quisiera solamente que los responsables políticos de las instituciones y de los organismos públicos tomen verdadera conciencia de lo que supone su cargo en la defensa de los intereses generales y no particulares. Tengo una edad, he consagrado parte de mi vida a la recopilación de la obra del autor prieguense Adolfo Lozano Sidro, contando con nuevas reproducciones de su obra y considero que esta situación, que este agravio, no debía permanecer más tiempo en el limbo y en la timidez de un mero y timorato reconocimiento décadas después sin más y obligados por los acontecimientos, a los que sigue la confusión, la inactividad, el mantenimiento y persistencia de una prolongada injusticia. Déjame también añadir que a nadie más que a mí le duele esta situación, por los años de amistad con Miguel y por el trabajo de compañeros que hemos compartido durante décadas, pero es verdad que la política no puede desfavorecer a unos ciudadanos con respecto a otros por el simple hecho de ser compañeros de partido y aquí ha habido política de partido. Miguel fue amigo, y según lo llaman ellos, “un hombre de cultura”, un hombre de cultura que siempre ha sabido rodearse y contactar con profesionales y buenos aficionados a las artes, de ahí su éxito en el mundo cultural prieguense pero es muy fácil ser hombre de cultura con el dinero público y adueñándose indebidamente del trabajo de otros, engañando a propios y extraños, a unos y otros. No sé si a día de hoy sigue haciéndolo. Me pregunto también cuánta validez hay en su palabra y si tienen fecha de caducidad las promesas incumplidas de una persona como él. Por todo esto, este asunto ha sido tan profundamente doloroso.