Carlos González es un prestigioso pediatra que además de ser conocido y reconocido a nivel nacional e internacional por su profesión, también lo es por sus conferencias y libros. Es autor de manuales de éxito sobre la crianza y la alimentación infantil, y especialista en lactancia materna por la Universidad de Londres, además de presidente y fundador de la ACPAM, Asociación Catalana Pro Lactancia Materna.
Me cuenta que se especializó en pediatría porque, “los niños son muy monos y poder trabajar con ellos siempre es una alegría y mucho más divertido”. Se define principalmente como padre y abuelo y ante esa peculiaridad, comenzamos por ahí la entrevista que mantuvimos con él en el transcurso del XV Congreso FEDALMA, celebrado este pasado fin de semana en el Teatro Victoria de Priego.
-Le gusta hablar desde su experiencia como padre, abuelo y a poca distancia como pediatra, ¿por qué?
Se te ha olvidado decir que también soy marido!-risas-. Ya en serio, creo que es una parte muy importante de nuestras vidas que a los varones en cierta forma, hasta se nos ha negado y ahora también parece que se les quiere negar a las mujeres, desgraciadamente. A los varones se nos ha definido tradicionalmente por nuestra profesión, “abogado, albañil, ingeniero o taxista”, y yo digo, no perdona, yo trabajo en eso para ganarme las lentejas, pero para mí es mucho más importante ser padre que ser médico y para otros puede ser mucho más importante ser excursionista o hacer sudokus que ser albañil, entonces, ¿por qué hemos de dejar que sea nuestra profesión la que nos defina?
-Pues le confieso que desde que fui madre hace más de 15 años, en mi currículo aparece el año y medio que disfruté de baja maternal. Siempre la consideré una labor importante y estoy convencida de que gestos como éstos contribuyen a crear conciencia sobre su importancia. En este sentido, ¿cree que la baja maternal, esos primeros meses de vida del recién nacido, debe ser compartida o es mejor que la madre disfrute de ellos en beneficio del bebé y de una lactancia natural y adecuada?
A ver, es que todo depende de cuál sea la duración. El problema es que hace ya algunos años, en España se decidió que, de las 16 semanas de permiso de maternidad sólo seis serían obligatorios para la madre y las otras diez serían opcionales para el padre o la madre, eso se hizo imitando el modelo sueco. Pero es que los suecos actualmente tienen 15 meses de licencia de maternidad -ahora van ya por veintitantos-. Es importante que se sepa, que de aquellos 15 meses, la ley sueca decía: uno obligatorio para el padre, otro obligatorio para la madre, y los otros trece, a repartir como quieran, pero ¡claro!, no es lo mismo repartir 15 meses que repartir 4. Es una vergüenza. Ha habido alguna propuesta de partidos españoles, -creo recordar que tanto de izquierdas como de derechas-, de hacer una baja igual para el padre y la madre pero de 4 meses cada uno y repito, ¡eso es vergonzoso!. Además alardeaban de que eso no existe en ningún otro país del mundo, ¡claro!, ¡porque es una locura!. Lo lógico es que si la baja maternal es de seis meses para la madre, uno de ellos pueda ser para el padre, o si la baja fuera de un año, pues dos de esos meses para el padre, vale. Pero de lo que no hay duda es que en esos primeros meses del niño, su madre es mucho más importante, ¡y lo reconozco yo que soy padre!. Esto no va de alardear de lo buen padre que eres. Ya vendrán luego otras etapas más propicias para ejercer de padre, y donde al niño le dará igual estar con su padre o con su madre. Así que repito, en sus primeros meses, un bebé debe estar siempre con su madre.
-Las guarderías tampoco son de su devoción, de hecho, han sido el tema de su ponencia aquí en Priego, en este Congreso FEDALMA. Afirma que son antinaturales antes del primer año…
Lo que está claro es que no son maravillosas. Si alguien pretende decir que el niño necesita ir a la guardería porque si no va, no se socializa, no aprende hábitos o no sé cuántas cosas más, ¡pues no!, eso es totalmente falso. No tiene ninguna ventaja ir a la guardería, al contrario, puede tener algunas pequeñas desventajas. Mira, el problema principal es que en guarderías de toda Europa, incluyendo Grecia y Portugal, el máximo de niños por cuidadora hasta un año, suele ser entre tres y cinco, y el máximo de niños por cuidadora con un año, dos o tres, suele ser entre siete y nueve, mientras que en España, el máximo de niños por cuidadora es ocho hasta el año, trece entre uno y dos años y veinte, entre dos y tres años. Somos, clarísimamente, las guarderías con más niños de Europa, hasta el punto de que si lo reducimos a la mitad seguimos estando por encima de la media europea, es demencial.
-Le pregunto ahora por nuestras representantes políticas. Todos hemos visto a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría o la desaparecida, Carme Chacón, que tras haber dado a luz se incorporaron muy pronto a sus trabajos, renunciando de esta forma a su permiso de maternidad. ¿qué mensaje hay tras ese gesto?, ¿que nos incorporemos rápidamente al “mundo de hombres”, como si nada hubiera pasado y ese hijo no hubiera nacido?. Como mujer y madre, no veo que sea un buen ejemplo, ¿qué opina?
Es que ni siquiera os estáis incorporando a ese “mundo masculino”. A ver, ¿dónde está el diputado que ha renunciado a su mes de vacaciones, a su jubilación o a su sueldo?…Sólo, las mujeres renuncian voluntariamente a sus derechos laborales, así que no sé qué moto os han vendido.
-Por eso le pregunto y en este caso además, le doy mi opinión, porque me afecta como ciudadana y me indigna como mujer…y madre
Pues ya puestos, otra buena pregunta sería, ¿por qué en otros países la duración del beneficio de la maternidad es mucho más largo que en España, y por qué, -como se ha hablado hoy en el Congreso-, el permiso sin sueldo de España en esos otros países es con sueldo?. Hay países donde la excedencia voluntaria se retribuye con un 40, 50, 70 o incluso con un 100%100 del sueldo si decides quedarte en casa un año para cuidar a tu hijo, y en España, cero euros, aquí no te dan ni el salario mínimo. Y ¿por qué en esos países es distinto?, pues porque sus políticos lo han hecho, y lo han hecho porque sus votantes lo han querido. He visto en España huelgas para pedir subidas de sueldo y sin embargo, el permiso de maternidad sigue siendo de dieciséis semanas desde hace treinta años y nadie protesta, nadie se manifiesta para pedir un aumento de este permiso.
-Y mientras, nuestros políticos lanzando el mensaje de que España envejece y que hay que tener más niños pero sin hacer políticas específicas de natalidad…
Exacto, y además la explicación o el pretexto que se suele dar para no aumentar el permiso de maternidad es decir que España no se lo puede permitir porque es muy caro y blablabla… Algo que han dicho ahora durante la crisis, pero que también decían hace quince años cuando España iba bien. La novena potencia industrial del mundo pero seguimos sin tener dinero. A mí esto me llama la atención, porque si comparas España con Suecia por ejemplo, vemos que en jornada laboral, ambos países tienen 40 horas, vacaciones anuales un mes ambos países, edad de jubilación 65 años ambos países… Por tanto, cómo es posible que estemos al nivel sueco en todo, menos en ayudas a la maternidad.
-Para finalizar, hablemos de vacunas. Explica en su libro “En defensa de las Vacunas”, que “retrasar las vacunas o ponerlas después del año significa exponer al niño a un peligro de infección”. Rescato además una frase suya que hace referencia a los padres que están en contra de ellas, “Hoy los padres están muy informados, pero el hecho de estar muy informado no significa que se esté bien informado”. Defiende por tanto, la lactancia natural y también las vacunas como algo necesario e imprescindible y…
Y artificial! Mira, es que algunas cosas artificiales están muy bien. Yo uso gafas para leer, zapatos para caminar, y no me gustaría andar desnudo por las selvas tejerales. No se trata de ser natural o artificial, eso no es criterio para juzgar si una cosa es buena o no, o si es útil o no. Los terremotos son naturales y a nadie nos apetece vivirlos. En cuanto a las vacunas, está muy claro que hay que seguir lo más al pie de la letra posible el calendario de vacunaciones oficial de cada país.
Libros de Carlos González: Mi niño no me come, 1999. Bésame mucho. Cómo criar a tus hijos con amor, 2003. Manual práctico de lactancia materna, 2004. Un regalo para toda la vida, guía de lactancia materna, 2007. Entre tu pediatra y tú, 2010. En defensa de las vacunas, 2011. Creciendo juntos, 2013. Lactancia materna, preguntas y respuestas, 2016.